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09
- Marzo
¿Realmente me quiero?
No es fácil bajar de peso, el problema principal es la conducta que las personas establecen en su estilo de vida lo que las lleva a presentar en poco tiempo un problema de obesidad al consumir grandes cantidades de alimentos durante el día y teniendo una actividad física cotidiana insuficiente para quemar la energía consumida esta se acumula convirtiéndose en grasa, al tener la obesidad estos malos hábitos se ven alterados por el estado emocional de la persona obesa ya que su ingesta de alimentos se ve relacionada directamente con su estado emocional.
Lo realmente difícil ante esta situación es la conducta autodestructiva que presenta el obeso, la conducta mental de unpaciente que vive la obesidad lo lleva a justificar su comportamiento ayudándole a ganar más y más peso. La obesidad no sólo desarrolla enfermedades como cardiopatías, hipertensión arterial y diabetes, sino también desarrolla psicopatías como la depresión, ansiedad; relacionadas a trastornos alimenticios o distorsión de la imagen corporal.
El estigma social que vive hoy en día la persona con obesidad lo lleva a experimentar sentimientos de desvalorización, aunque todos enfrentan la misma presión social, no todas las personas obesas desarrollan una psicopatía o algún trastornó alimenticio.
Sumado a esa presión social, el seguimiento de dietas hipocalóricas estrictas y sus resultados nada satisfactorios generan consecuencias psicopatológicas como el aumento de depresión, ansiedad, nerviosismo, debilidad e irritabilidad, los ciclos de perdida y recuperación de peso que experimenta la persona obesa en su intento fallido al decidirse por una dieta los lleva a sentirse culpables, avergonzados, inadecuados y criticados por familiares, compañeros de trabajo conduciendo al obeso al desarrollo de nuevas patologías psiquiátricas como la angustia y el trastorno alimenticio compulsivo.
Imagen corporal distorsionada: íntimamente ligada autoimagen, autoestima y al sentimiento de sí o identidad. La Sociedad preocupada por la apariencia física juzga a la persona obesa como físicamente menos atractiva, carente de conducta y voluntad, llevándola al desarrollo de una imagen corporal negativa donde experimenta;
Preocupación estresante, dolorosa por la apariencia, más perturbadora e inhibitoria que una simple insatisfacción.
Timidez y vergüenza en situaciones sociales.
Incomodidad, angustia, cuando la apariencia es percibida por otras personas.
Excesiva importancia dada a la apariencia en la autoevaluación.
Autovaloración negativa debido a la apariencia y evitando actividades por vergüenza a la apariencia física.
Trastorno alimenticio (Atracón Alimenticio): Clasificado como una condición seria que lleva a la persona a comer de una forma descontrolada dando como resultado el aumento de peso, en este trastorno el comportamiento de atracón que sufren las personas es similar al que ocurre con aquellas personas que padecen bulimia nerviosa y normalmente no recurren a la purga (vomito o uso de laxantes), se ve alterado por el estado emocional de la persona obesa ya que su ingesta de alimentos se ve relacionada con el estado emocional en el que se encuentre. Con este padecimiento se experimenta la siguiente conducta;
Episodios frecuentes de ingestas consideradas como cantidades excesivas.
Sensaciones frecuentes de no poder controlar lo que se come o cuanto se come.
Se come mucho más rápido de lo normal.
Se come hasta que se sientan incómodamente llenos (llegan a la plenitud incomoda).
Comer grandes cantidades de comida, sin tener la sensación de sentir hambre.
Comer en solitario por vergüenza de la cantidad de comida ingerida
Después del atracón la sensación que se siente es de disgusto, depresión y vergüenza, por no poder controlar la manera de comer aumentando el estrés lo que genera las ganas de comer nuevamente cayendo en un círculo destructivo.
Cambios frecuentes de peso
Sentir baja autoestima
Perder el deseo sexual
Hacer dietas frecuentemente
Ansiedad: se presenta como un estado de nerviosismo o inquietud desatado por miedos inconscientes, la presencia de este sentir se presenta a ciertas horas del día llevando a la persona a comer en exceso sin tener la sensación de hambre; la persona obesa llega a un estado donde el come como recurso antiansiedad transformando este comportamiento en algo habitual incluso en algunas personas se establece como un círculo vicioso donde la ansiedad se reduce comiendo, conducta que genera el aumento de peso y al percibir este aumento se genera un motivo de alarma, preocupación, miedo creando nuevamente un estado de ansiedad y una vez más se cae en el error de comer como mecanismo de compensación.
Depresión: Se ha comprobado que las personas que sufren de obesidad tienen un riesgo aumentado de sufrir depresión, el estado depresivo induce a la persona a pensar que no tiene salida por lo que una sensación de frustración y baja autoestima se apodera de ella, estableciendo un círculo vicioso donde el comer se transforma en un acto para reducir la sensación de frustración y baja autoestima que provoca el estado depresivo.
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