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04
- Abril
Por qué nos resistimos tanto a asumir hábitos saludables
Seguramente es una de las preguntas que nos hemos hecho muchos, ¿por qué no puedo llevar una vida saludable? como muchos de los problemas que tenemos día a día, nos enfrentamos con nuestro otro yo, y es que hay que reconocerlo, en la mayoría de los casos resulta más fácil quedarse otro rato en la cama que levantarse para hacer un poco de deporte, o ir a comprar comida rápida en vez de cocinar. Y entonces nos encontramos en un lugar común, sí, la famosa “zona de confort”, la comodidad es uno de los peores enemigos para intentar implementar una rutina con hábitos saludables.
Lo cierto, es que tenemos algunos puntos en contra, uno de ellos es que nuestras papilas gustativas por naturaleza prefieren los alimentos altos en grasas y calorías, pues el cuerpo tiene un firme propósito, sobrevivir, y estos alimentos son una fuente importante de energía.
Además, es innegable que la publicidad y el ritmo de vida actuales surten efecto a la hora de establecer nuestros hábitos. Por ejemplo, aquí se juntan dos factores, nuestro gusto por la comida rica en calorías por un lado, y por otro, la comida rápida, el resultado es un nuevo hábito que facilita la rutina haciéndonos ahorrar tiempo y saciando nuestros placeres gustativos, pero no por ello los mejores para la salud.
Y como éstas situaciones podríamos poner muchas, pero no nos ocuparemos de eso.
¿Qué hacer frente a estos factores que sabotean nuestro intento de llevar una vida saludable? Estos son algunos consejos:
- Deshacerte de todos los alimentos que no formen parte de una alimentación saludable.
- Sé disciplinado, no hablamos de que debas ser una persona metódica para todo, pero sí asume una postura firme frente a las cosas que representan un verdadero problema para ti, por ejemplo puedes establecer tus horas de comida y hacer lo posible por respetarlas.
- Evita a toda costa la comodidad, no te permitas estar cómodo demasiado tiempo, piensa que tienes que esforzarte por hacer cosas.
- Cuando estés por ceder a la zona de confort, piensa un momento cómo te verías si hicieras dicha actividad a la que te estás negando y que beneficios supondría.
- Lleva contigo siempre comida saludable aunque cuando la compres no se te antoje, verás que después le tomarás gusto a ese pequeño tentempié.
- Acepta que te has permitido demasiadas cosas y que es momento de poner un poco de disciplina, pero no te culpes por lo que no has hecho.
- No veas estos nuevos hábitos como temporales o como un tratamiento médico, tan sólo míralos como una parte más de tu forma de hacer las cosas.
- Identifica qué factores, sean personas, situaciones o lugares, te llevan a romper con ese hábito saludable e intenta evitarlo o ponerle solución.
- Esfuérzate en repetir una y otra vez ese hábito, después lo seguirás haciendo de forma natural.
Una recomendación importante, no pienses en una avalancha de cambios y en tomar una actitud radical, es decir, no pongas como meta el típico, “ahora sí el lunes comienzo, me levanto a las 6, me voy al gimnasio, me preparo un desayuno saludable, me voy al trabajo, me llevo una botella de agua para beber los dos litros que recomiendan y por la noche nada de ver televisión, a dormir 8 horas y sin desvelarme.”, hazlo poco a poco, modifica un hábito por semana o incluso por mes, al final del año verás un gran cambio.
El hábito de una vida saludable supone un verdadero reto para muchos, pero también la idea de una calidad de vida mejor. ¿Has tenido problemas para llevar un alimentación adecuada y obtener un peso saludable? La Cirugía Bariátrica ha sido una excelente opción para quienes sufren obesidad o sobrepeso y han intentado en numerosas ocasiones mejorar su condición física y emocional.
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