Tomar un trago de refresco, gaseosa, soda, o una bebida azucarada, te provoca seguramente un sabor delicioso en la boca, y es algo tan normal que quizás no te has dado cuenta la cantidad que cosas que suceden en ella cuando lo haces.
Y es que, desde el momento que abres el envase y percibes su aroma junto a esa característica sensación burbujeante, tus sentidos del gusto y el olfato se activan, preparándote para recibir una refrescante y muy probablemente negativa experiencia a largo plazo, si las consumes en exceso.Si eres de las personas que consumen estas bebidas de forma habitual, es importante informarte sobre el daño que puede llegar a hacer a tu organismo, el consumo elevado de refrescos (>750 mL/día) es un factor de riesgo de sobrepeso y obesidad, ya que a la larga producen más consecuencias negativas relacionadas con la salud, que empezaran a disminuir tu calidad de vida.
De acuerdo con distintas investigaciones, beber más de un refresco a la semana, además de contribuir al sobrepeso, podría ser un factor para desarrollar problemas del corazón y diabetes, entre muchas otras. Estas son las 3 principales consecuencias de tomar refresco:
Recordemos que es una enfermedad provocada por altas cantidades de glucosa (azúcar) en la sangre, normalmente la glucosa debe entrar a las células para dar energía, proceso para el cual necesita a la insulina, una hormona producida por el páncreas. Las investigaciones confirman que el consumo de bebidas azucaradas se asocia con el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, la cual es prevenible y se relaciona con el estilo de vida.
Los riñones tienen la importante función de regular la presión arterial produciendo hormonas, también regulan la cantidad de calcio en la sangre y la producción de vitamina D, esta vitamina es necesaria para la mineralización, que ayuda a brindar estabilidad a los huesos. El ácido fosfórico que contienen los refrescos está relacionado con la piedra en los riñones y otros padecimientos renales.
El azúcar añadido en refrescos aumenta el riesgo de ataque cardiaco, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV), debido a que el hígado libera triglicéridos y colesterol LDL «malo» en el torrente sanguíneo y es nocivo para el corazón. El jarabe de maíz que contiene esta bebida se asocia con el síndrome metabólico, el cual aumenta el riesgo de diabetes y demás enfermedades cardiacas.
Un refresco al día, aunque sea light, podría originar problemas del corazón, sobrepeso y obesidad, ya que las cantidades de azúcar que proporciona el refresco provoca un aumento de medio kilo a la semana, y México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en el consumo de refresco, pero también en obesidad. Reducir o eliminar el consumo del refresco y azucares puede tener grandes beneficios para tu salud y organismo, los refrescos no tienen ningún valor nutricional, más bien aportan calorías vacías que reemplazan a las de los alimentos más nutritivos.
Es mejor consumir agua, 2-4 lt aproximados al día, ya que estamos hablando de un líquido exento de azúcar y sodio, que como un hábito saludable genera concentración mental, promueve un corazón sano, evita calambres, esguinces, dolor, controla el apetito, previene enfermedades ITU, reduce la hinchazón, entre un sin fin de cosas más, que ayudaran a sentirte bien. No solo puede ser agua pura sino también se puede complementar con una infusión, mate o un refresco no azucarado.
La mejor manera de romper un mal hábito es abandonarlo, implementa siempre nuevos hábitos que te hagan tener una más y mejor vida.
En la Clínica de Obesidad nos interesa tu salud, decide cambiar tu vida de manera segura y significativa. ¡Agenda tu cita!
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